INICIO

Pinceladas, renacimientos, latidos…


Un bebé reborn es un ejercicio de creatividad y paciencia, un museo de detalles  que   hace que   cada uno de ellos sea único.

Asistir  a su transformación, pincelada a pincelada, es un acto absolutamente mágico y me siento privilegiada y orgullosa de verlos renacer en mis manos. Por eso, cuando son adoptados siempre me embarga una sensación contradictoria de nostalgia y alegría: la primera porque se marchan , la segunda porque sé que en su nuevo hogar los van a querer, a cuidar y a disfrutar tanto como yo.


Brushstrokes, rebirths, heartbeats ...


A Reborn Baby is an exercise in creativity and patience, a museum of details that makes each one  unique.

Attending her transformation, brushstroke by brushstroke, is an absolutely magical act and I feel privileged and proud to see them reborn in my hands. That is why, when they are adopted, I always feel a contradictory sense of nostalgia and joy: the first because they leave, the second because I know that in their new home they will be loved, care and enjoyed as much as I do.